Parece ser un sino de nuestra época el que, los hombres construyan obras que, en muchos casos, resultan ser productos para la inmediatez del consumo. La cultura de lo transitorio y desechable hace difícil construir lo permanente y enraizado. Desde nuestros inicios hemos querido desarrollar una música universal, cuyo origen radique en la herencia de dos culturas milenarias, pero que este atenta y abierta al influjo de aquellas experiencias humanas que ensanchan los limites de la creatividad. Ello nos ha permitido adquirir nuevas formas para el desarrollo de nuestra propuesta artista. La vinculación permanente con el público, desde la calle al escenario, es la base del trabajo, alimento de la temática y fundamento de nuestra trayectoria. El éxito si, pero como resultante de lo que la gente siente e interpreta como suyo. Aquí el humanismo es la esencia, ritmo, color y armonía. Dejamos en sus manos parte de nuestra música, ojala construyamos juntos el futuro. Hasta pronto. ORBE
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